Una pregunta para pensar en mi opinión. Y es que no puedo dejar de hacerme el mismo cuestionamiento: ¿porque cambian tanto las relaciones de pareja a las personas?
¿Se necesita realmente suprimir el propio ser para estar en una relación de pareja?
Como en casi todo, mi forma de verlo también es diferente. Claro que el precio que se paga por ser así es alto, pero satisfactoriamente fiel a mi manera de ver la cuestión.
Nunca creí que fuera realmente necesario dejar de ser uno mismo ni renunciar a todo por estar en una relación de pareja, para muchos esto es una forma egoísta de vivirla, pero yo creo que están equivocados. Egoísmo en una relación de pareja podría ser exactamente lo contrario.
Para empezar, si dejo de ser fiel a mi misma, si suprimo mi necesidad de estar conmigo y hacer aquello que es para mí y sólo para mí, y no siempre para mí y mi pareja, dejaría de ser automáticamente yo misma. No lo entiendo, ni lo entenderé nunca.
Como se puede entonces amar de verdad a alguien y compartir momentos únicos si no queda espacio para meditar con uno mismo?. Para muchos una cuestión incomprensible.
Puede que mi concepción de lo que es amar y de las relaciones de pareja sea un tanto abstracto para muchos, y que esta manera de entender lo que es estar en una relación me haya costado precisamente eso... más de una relación de pareja, pero no sabría hacerlo de otra manera.
Ceder si, pero con respeto hacia uno mismo, compartir tiempo con nuestra pareja si, pero no renunciar a un tiempo a solas con nosotros mismo, hacer cosas en común si, pero no estar las veinticuatro horas del día haciéndolo todo juntos, que queda para después entonces?. Renunciar si, pero sin que ello signifique un sacrificio, amar al otro, es por encima de todas las cosas amarse a uno mismo. Sin eso ¿como podríamos amar a nadie? ¿como podríamos hacer feliz a nadie si renunciamos a lo que mas queremos?
Y luego nos preguntamos atónitos, ¿porque acaban tan mal las relaciones de pareja?.
¿Han pensando ya en la respuesta?
Vivimos con la intención manifiesta de que amor con respeto, libertad y bla bla es lo queremos, y en cuanto lo encontramos salimos corriendo como alma que persigue el demonio...
Yo rompo con la ilusión que todos tienen de lo que es una relación de pareja, y sigo repitiendo que el precio que pago por ello es muy alto. Pero que feliz soy de ser fiel a mi misma por encima de todo, incluso por encima del amor a costa de pasar mucho tiempo sola, que no lo mismo que en soledad. No se confundan con esto también.
Para dar en una relación de pareja, primero debemos tener algo que dar al otro, y si lo damos todo, todo el tiempo ¿como puede sobrevivir una relación de pareja así?. Si no encontramos pronto la capacidad de administrar nuestro amor y el regalo de compartir nuestra esencia sin ser devorados por los reclamos absurdos a los que estamos acostumbrados, nunca nacerá una nueva generación de las relaciones de pareja. Y en mi opinión hace mucha falta.
Ahogamos el amor, lo exprimimos, lo asfixiamos, y luego encima lo tenemos que lamentar.
¿Qué clase de amor es ése? ¿qué clase de relación de pareja es ésa?
En mi opinión, una relación de pareja es y debería ser, un tiempo para estar juntos, un tiempo para compartir y un tiempo para cada uno.
Aunque me duela admitirlo, he de hacerlo. A cuantos amigos y amigas mas he de perder hasta que por fin caigan en la cuenta de que, estar en una relación de pareja no es dejar de estar en el mundo.
Se puede tener una relación de pareja sin dejar de estar por ello en el mundo.
Ahora que reflexiono sobre esto, recuerdo una cosa: cuando hayan dejado de estar en una relación de pareja para volver a estar en el mundo, puede que el mundo ya no quiera estar con ellos...o que haya cambiado demasiado y se vean obligados a cambiar su manera de vivir en él y en las relaciones de pareja.
Entretanto, sigo haciéndome la misma pregunta: ¿es el amor el que confunde a las personas o son las personas las que confunden el amor?
sábado, 27 de diciembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
¿Lograré desmontar mi propia maya?
Si Maya es solo una ilusión, yo quiero desenmascararla. Quiero creer que tengo el poder del que habla la física cuántica para cambiar de verdad esta realidad que recreo una y otra vez sin saber muy bien porqué.
No es que este pagando karma, o doble karma, no. Estoy pagando triple karma. Y cuando me pregunto porque... una y otra vez mi mente se queda sin palabras. Si averiguo porque estoy aqui, en este tiempo y en este espacio (que según la propia física cuántica afirma, es una ilusión)
quiero saber porque. Porque mi consciencia ha elegido esto.
Sólo así podré cambiar las cosas, los acontecimientos, las experiencias y dejar de recrear una realidad que aunque muta y cambia constantemente no es del todo como desearía que fuera. Y más aún cuando sé que el único poder de transformarla reside en mi misma.
Tal y como me gusta, como siempre me había gustado y olvidé, recupero mi capacidad de dar aquello que tanto he amado... la felicidad de la palabra escrita.
Y quiero compartirlo con todos vosotros, porque sois quienes tanto al principio como al final habreís estado ahí para acomparme en este viaje.
Maya queridos amigos, maya o ilusión allí donde vayaís.
No es que este pagando karma, o doble karma, no. Estoy pagando triple karma. Y cuando me pregunto porque... una y otra vez mi mente se queda sin palabras. Si averiguo porque estoy aqui, en este tiempo y en este espacio (que según la propia física cuántica afirma, es una ilusión)
quiero saber porque. Porque mi consciencia ha elegido esto.
Sólo así podré cambiar las cosas, los acontecimientos, las experiencias y dejar de recrear una realidad que aunque muta y cambia constantemente no es del todo como desearía que fuera. Y más aún cuando sé que el único poder de transformarla reside en mi misma.
Tal y como me gusta, como siempre me había gustado y olvidé, recupero mi capacidad de dar aquello que tanto he amado... la felicidad de la palabra escrita.
Y quiero compartirlo con todos vosotros, porque sois quienes tanto al principio como al final habreís estado ahí para acomparme en este viaje.
Maya queridos amigos, maya o ilusión allí donde vayaís.
Maya o la Ilusion de Matrix
Maya es el antiguo concepto de los Vedas, en la India, recogido luego posteriormente en el Tantra, en el Yoga, en el Budismo, en el Zen y en la mayoría de las tradiciones espirituales de Oriente, e incluso con otros términos, en el chamanismo occidental o el chamanismo tolteca de los originarios americanos.
El concepto de Maya, conocido por los antiguos videntes de la India, establece que el mundo material que percibimos, que nos parece tan sólido, tan ineludible, y con una existencia real, tan independiente y completamente separada de nosotros, no es sino el reflejo, la proyección cuántica en un universo de energía, de nuestro propio pensamiento, de nuestra percepción.
El concepto de Maya ha sido interpretado, sobre todo en el Budismo, como “Ilusión”. Pero no es que el mundo que vemos sea exactamente una ilusión, en términos de irrealidad. El mundo que vemos es completamente real mientras creemos en él, aunque es una fabricación de nuestra propia mente. Aquello en lo que ponemos nuestra creencia, aquello en lo que ponemos nuestra fe, es nuestro mundo, con absoluta realidad para nosotros.
El concepto de Maya es una verdad corroborada completamente por la ciencia moderna, especialmente por la física cuántica. Lo que la física cuántica ha encontrado y asombrosamente demostrado, es que la realidad de la materia es no materia. Que cuando van a buscar la última partícula, la última pieza, el último ladrillo componente de la materia, lo único que encuentran es vacío. Lo único que encuentran es un mar infinito e indefinible de energía, un campo unificado de energía, un campo de infinitas posibilidades, donde todo está interconectado, independientemente de la distancia, donde rigen unas leyes diferentes a las experimentadas en nuestro mundo de la materia, y donde… la energía responde a la mente y a las emociones humanas. De esta forma, la ciencia, corrobora el antiguo concepto de Maya y demuestra el gran poder creativo del pensamiento humano, que no es otro que el Poder del Espíritu, del Universo.
El concepto de Maya, conocido por los antiguos videntes de la India, establece que el mundo material que percibimos, que nos parece tan sólido, tan ineludible, y con una existencia real, tan independiente y completamente separada de nosotros, no es sino el reflejo, la proyección cuántica en un universo de energía, de nuestro propio pensamiento, de nuestra percepción.
El concepto de Maya ha sido interpretado, sobre todo en el Budismo, como “Ilusión”. Pero no es que el mundo que vemos sea exactamente una ilusión, en términos de irrealidad. El mundo que vemos es completamente real mientras creemos en él, aunque es una fabricación de nuestra propia mente. Aquello en lo que ponemos nuestra creencia, aquello en lo que ponemos nuestra fe, es nuestro mundo, con absoluta realidad para nosotros.
El concepto de Maya es una verdad corroborada completamente por la ciencia moderna, especialmente por la física cuántica. Lo que la física cuántica ha encontrado y asombrosamente demostrado, es que la realidad de la materia es no materia. Que cuando van a buscar la última partícula, la última pieza, el último ladrillo componente de la materia, lo único que encuentran es vacío. Lo único que encuentran es un mar infinito e indefinible de energía, un campo unificado de energía, un campo de infinitas posibilidades, donde todo está interconectado, independientemente de la distancia, donde rigen unas leyes diferentes a las experimentadas en nuestro mundo de la materia, y donde… la energía responde a la mente y a las emociones humanas. De esta forma, la ciencia, corrobora el antiguo concepto de Maya y demuestra el gran poder creativo del pensamiento humano, que no es otro que el Poder del Espíritu, del Universo.
¿Maya es Ilusion?
Sé que más de uno/a de vosotros os preguntaréis ¿qué es Maya?
Pues bien, intentaré ser lo más concisa posible:
Maya es un término sánscrito que se puede traducir como “ilusión”, “espejismos” o “irrealidad”. Se utiliza para designar algo que no es real y en el mundo védico se emplea para hablar de la irrealidad o ilusión del mundo en que vivimos, nuestro mundo maya.
Específicamente, es en el sistema de Advaita Vedanta en donde maya se considera una ilusión.
Con este nombre y más concretamente por todo lo que maya es, lo he elegido para dar título a la voz de este blog, donde a modo de "terapia surrealista" intentaré día a día desahogar mi vida... o tal vez sea Maya?.
Saludo a todos y todas las navegantes y de antemano... muchas gracias por estar ahi!.
MayaoIlusion.
Pues bien, intentaré ser lo más concisa posible:
Maya es un término sánscrito que se puede traducir como “ilusión”, “espejismos” o “irrealidad”. Se utiliza para designar algo que no es real y en el mundo védico se emplea para hablar de la irrealidad o ilusión del mundo en que vivimos, nuestro mundo maya.
Específicamente, es en el sistema de Advaita Vedanta en donde maya se considera una ilusión.
Con este nombre y más concretamente por todo lo que maya es, lo he elegido para dar título a la voz de este blog, donde a modo de "terapia surrealista" intentaré día a día desahogar mi vida... o tal vez sea Maya?.
Saludo a todos y todas las navegantes y de antemano... muchas gracias por estar ahi!.
MayaoIlusion.
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