lunes, 8 de septiembre de 2008

Maya o la Ilusion de Matrix

Maya es el antiguo concepto de los Vedas, en la India, recogido luego posteriormente en el Tantra, en el Yoga, en el Budismo, en el Zen y en la mayoría de las tradiciones espirituales de Oriente, e incluso con otros términos, en el chamanismo occidental o el chamanismo tolteca de los originarios americanos.
El concepto de Maya, conocido por los antiguos videntes de la India, establece que el mundo material que percibimos, que nos parece tan sólido, tan ineludible, y con una existencia real, tan independiente y completamente separada de nosotros, no es sino el reflejo, la proyección cuántica en un universo de energía, de nuestro propio pensamiento, de nuestra percepción.
El concepto de Maya ha sido interpretado, sobre todo en el Budismo, como “Ilusión”. Pero no es que el mundo que vemos sea exactamente una ilusión, en términos de irrealidad. El mundo que vemos es completamente real mientras creemos en él, aunque es una fabricación de nuestra propia mente. Aquello en lo que ponemos nuestra creencia, aquello en lo que ponemos nuestra fe, es nuestro mundo, con absoluta realidad para nosotros.
El concepto de Maya es una verdad corroborada completamente por la ciencia moderna, especialmente por la física cuántica. Lo que la física cuántica ha encontrado y asombrosamente demostrado, es que la realidad de la materia es no materia. Que cuando van a buscar la última partícula, la última pieza, el último ladrillo componente de la materia, lo único que encuentran es vacío. Lo único que encuentran es un mar infinito e indefinible de energía, un campo unificado de energía, un campo de infinitas posibilidades, donde todo está interconectado, independientemente de la distancia, donde rigen unas leyes diferentes a las experimentadas en nuestro mundo de la materia, y donde… la energía responde a la mente y a las emociones humanas. De esta forma, la ciencia, corrobora el antiguo concepto de Maya y demuestra el gran poder creativo del pensamiento humano, que no es otro que el Poder del Espíritu, del Universo.

1 comentario:

Javier B. Martínez dijo...

Hola, pasaba por aquí...

Disfruta de maya, estar y no estar.

Disculpa la intromisión.

Saludos